miércoles, 14 de septiembre de 2016

Columna: La era del chantaje

¿Qué tienen en común la lucha y aprobación del apartado de la Reforma Político-Electoral que obliga a los partidos políticos a postular a sus candidatos en equidad de género, los fallos favorables de la Suprema Corte sobre el uso lúdico de la marihuana para 5 personas, los fallos favorables para que personas del mismo que promovieron un amparo pudieran casarse, entre otras?  Tienen mucho en común.

Antecedentes:

Pasamos del 99 al 2000 sumergidos en la incertidumbre.  Una vez habiendo pisado sobre firme en el 2000 solo nos tomó 15 minutos llegar al 2016.  Tal vez menos.  El internet nos cambió la vida, la aceleró.     El internet nos explotó en la cara dándonos tantas herramientas y novedades diarias que hasta la fecha no hemos podido siquiera seguirle el ritmo.  Hasta antes de la internet, el uso de la voz solo era posible en los medios electrónicos tradicionales como Radio y TV y no todo mundo tenía la oportunidad de ser escuchado.  Ahora gracias a las redes sociales, de una manera si no inesperada, sí repentina, nos vimos poseedores de nuestra propia tribuna desde la cual empezamos a levantar la voz emitiendo nuestras opiniones acerca del cualquier tema.  Nos uniformamos de inteligencia por participación.

En la adicción a la opinión, informada o no empezamos a cambiar nuestro comportamiento.  Nos hicimos ásperos y hasta marrulleros en la defensa de nuestra opinión más delirante, excéntrica y equivocada.  ¿La gente empezó a ver sus opiniones como si fueran sus propios hijos?  Tu respuesta para ti.

Opinión por imitación, no por la reflexión.

Otro de los fenómenos que empezamos a observar en nuestra conducta en las redes sociales fue el de la viralización.  La viralización se entiende como aquella acción humana ya sea declaración, comentario, audio, video, etc, que se vuelve tema del momento y que logra estar en boca y teclado de todos, para muestra las #LadyAlgo o los #LordAlguien.   Las viralizaciones son unas parrandas de opiniones donde todo mundo se puede embriagar de comentarios por el lapso de tiempo en que el tema perdure y esto es conocido como  “El Tren del Mame”.    Ya no es necesario comprender el acto o la noticia de la que deriva el tren del mame, solo es necesario emitir un comentario y prolongar dicho tren.   Se genera entonces un nuevo paradigma de la opinión la cual es opinión por imitación y ya no por reflexión.

De las risas a la era del Chantaje.

En México 2016 es el año de lo políticamente correcto.  No lo determinó el gobierno federal ni la Comisión Internacional de los Derechos Humanos, ni la Liga Mundial Hipster Unida ni ningún otro organismo.  En la imitación de conductas, empezamos a adoptar esta que en estados unidos se empezó a generalizar en 2014.   El Reto: ¿Cómo hacerle para que en el mexiquito ojete germine y prospere la semilla de lo políticamente correto?  Este es un país donde todo es risa, o burlas y luego risas.  La respuesta llegó antes del signo de interrogación.  Usando herramientas como la hipocresía, la doble moral y el cinismo; de esa forma se puede uno seguir siendo ojete, pero con un caris de elevación de conciencia.  Ahí entra el chantaje.

El chantaje en este sentido no es otra cosa más que a la apelación que la colectividad hace a que te identifiques con sus ideas y las propagues, muchas de ellas sin otra base más que “esto es el siglo 21”.   Con el nuevo siglo como justificación, el cual por cierto ya no es nuevo, la ‘comalada’ de políticamente correctos son capaces de defender cualquier idea que les cause sentido.  El políticamente correcto suele hacer juicios a priori, opina al ‘bote-pronto’ sin discernir ni contrastar las informaciones que haya sobre cualquier tema, es decir, se compromete con cualquier tema, idea o postura que le cause cierto sentido.   Se confunde a menudo a la creatividad con la razón.

De eso se nutre el chantaje: De las subjetividades de las ideas que de manera creativa y con poco compromiso al dato duro se esgrime como intento de razonamientos para buscar inclinar la balanza hacia un lado o el otro en temas álgidos como el de las adopciones.


Con toda esta explicación llegamos a uno de los temas actuales relacionados a la era del chantaje, pero eso será materia de la siguiente columna.

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